La compra y venta de la nuda propiedad y el usufructo vitalicio ofrecen una opción valiosa para complementar tu jubilación o pensión sin necesidad de cambiar de residencia. Además, representa una oportunidad de inversión con un impacto social cada vez más relevante.
La nuda propiedad equivale a la mera titularidad de un bien. Aunque el propietario puede venderlo e incluso hipotecarlo, no tiene derecho a utilizarlo ni alquilarlo.
MEJORA TU CALIDAD DE VIDA
En ocasiones, surgen otras necesidades o deseos, como disfrutar de una mejor calidad de vida después de décadas de esfuerzo, requerir asistencia de cuidadores, saldar deudas o brindar apoyo a familiares. ¿Por qué vivir con limitaciones si se pueden evitar?
SIGUE EN TU HOGAR, SIN CAMBIOS
Continuarás residiendo de por vida en tu propio hogar sin percibir alteraciones en tu día a día. Más bien, experimentarás una mejora en tu situación económica, con mayores ingresos y menores gastos. Conservarás el derecho de uso y disfrute de tu vivienda mientras obtienes liquidez sin renunciar a ella.
VENTAJAS DE LA VENTA DE LA NUDA PROPIEDAD
- Ingreso mensual adicional de por vida: Una fuente de ingresos recurrente que complementa la pensión.
- Permanencia en el hogar: Sin necesidad de mudarse, manteniendo la propiedad como si fuese propia de por vida.
- Posibilidad de enajenar el usufructo: Si ya no deseas utilizar ni arrendar la vivienda, puedes obtener la renta total.
- Mejora en la calidad de vida: Vivirás sin preocupaciones adicionales.
- Beneficios fiscales destacados: La venta de la nuda propiedad de la residencia habitual no está sujeta a tributación en la Declaración de la Renta.
- Gastos mínimos de vivienda: Solo se abonan los consumos ordinarios (agua, electricidad, gas), mientras que el comprador asume el IBI y las derramas extraordinarias.
Añadir comentario
Comentarios